
16 Feb La eficiencia energética en España y Europa: objetivo 2020
El Horizonte Europeo 2020 tiene como gran objetivo conseguir aumentar la sostenibilidad de los recursos energéticos en un 20%. Estos, son un activo fundamental del funcionamiento de las grandes ciudades, de la calidad de vida de las sociedades occidentales y también de la industria. De hecho, según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDEA), el 31% de consumo energético en España proviene del sector industrial.
No es de extrañar, por lo tanto, que se hayan tomado medidas gubernamentales dirigidas a potenciar la eficiencia del consumo energético de los procesos industriales. Como tampoco lo es que se apueste por las energías renovables y la innovación en un sector tradicionalmente hermético y poco dado a los grandes cambios. La normativa más importante al respecto es la Directiva europea 27/2012 de Eficiencia Energética, transpuesta en España como Real Decreto 56/2016 de 12 de febrero.
En Oasys somos expertos en eficiencia energética y hemos elaborado una serie de puntos para conocer al detalle todos los entresijos del Real Decreto. ¿A qué obliga esta normativa?, ¿Qué posibles soluciones tienen las grandes empresas para cumplirla? Y, sobre todo, ¿es una medida positiva para la Industria?
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Obligaciones del Real Decreto 56/2016 para con la Industria
La citada normativa se transpuso en España en 2016, obligando a las grandes empresas a realizar una auditoría energética para mejorar su consumo y a registrarla antes del 14 de febrero del presente año. Esta obligación va dirigida a grandes compañías que cuenten con más de 250 trabajadores o más de 50 millones de euros de volumen de negocio, así como un balance general que exceda los 43 millones de euros.
A partir de la primera auditoría realizada, la ley obliga a que cada 4 años (como mínimo) se sigan realizando auditorías que cubran al menos el 85% del consumo total de las instalaciones. Además, estas auditorías deberán ser realizadas por profesionales especialmente cualificados para ello, con los requisitos dispuestos en la normativa, los cuales se enumeran a continuación:
- Deberán basarse en datos operativos actualizados, medidos y verificables, de consumo de energía y, en el caso de electricidad, de perfiles de carga siempre que se disponga de ellos.
- Abarcarán un examen pormenorizado del estado de las instalaciones
Más allá del Real Decreto 56/2016, muchas empresas ya han comenzado a introducir medidas para potenciar la eficiencia energética dentro de sus instalaciones de forma voluntaria. Algunas de ellas ya realizaron con anterioridad a la obligación de la ley auditorías energéticas con el fin de descubrir la situación en la que se encontraban en el gasto referente a energía. Otras, en cambio, han apostado por la implantación de sistemas de eficiencia energética, una solución definitiva para adaptarse de forma directa a los objetivos planteados por Europa de cara a 2020.
Los Sistemas de Gestión Energética son una alternativa perfecta a las auditorías energéticas dispuestas en la normativa. Además, permiten detectar una serie de ineficiencias que los hacen especialmente atractivos para las Compañías:
- Dimensionado incorrecto de la potencia contratada o de los periodos tarifarios.
- Consumos latentes no deseados.
- Consumos fuera de horarios previstos (iluminación, calefacción,…).
- Desajuste de las consignas de los sistemas de climatización.
- Incorrecto funcionamiento de las baterías de condensadores.
- Desequilibrio de fases / cargas.
- Presencia de armónicos, etc.
De estas ineficiencias se pueden desprenden acciones de forma directa, como las siguientes:
- Ajuste de la potencia contratada y de los periodos de consumo.
- Advertencias y supervisión efectiva al personal de mantenimiento de fallos detectados en parámetros de configuración de los distintos Equipos/Sistemas de producción.
- Identificación de maquinaria que opera con rendimiento energético inadecuado.
- Concienciación del personal respecto a hábitos de consumo.
- Planificación de la demanda mediante el control de cargas para no superar máximos de potencia.
Además, contribuyen a la sostenibilidad del medio ambiente: gran parte del sector industrial se ha concienciado durante los últimos años de la gran importancia que tiene cuidar el medio ambiente y los recursos energéticos de los que disponemos. Estos son limitados y, además de por una cuestión de competitividad y ahorro, muchos empresarios están plenamente convencidos de la necesidad de cuidar el planeta para evitar un sobrecalentamiento que podría producir grandes daños en nuestra forma de vida. Por lo tanto, se trata también de un cambio de mentalidad e ideológico de las grandes compañías respecto a la eficiencia energética.
De este modo, las empresas del sector industrial en España deben de concienciarse de la necesidad de reducir el gasto energético. Para ello, aparecen diferentes soluciones en el horizonte, tal y como ya se ha comentado en este mismo punto. Pero, ¿cuál es el estado en el que se encuentran las grandes empresas en nuestro país?
Estado actual de las empresas españolas
El Observatorio de Eficiencia Energética publicó en 2016 un informe en el que deja entrever una serie de datos referentes al estado de las auditorías energéticas realizadas por las empresas españolas antes de la entrada en vigor de la normativa en España. El cuadro es el siguiente:
Tal y como se puede comprobar, un 23% aún no ha realizado ninguna auditoría, frente al 77% que sí que ha cumplido con lo dispuesto en la normativa. Además, el 28% de esas auditorías se han realizado por personal interno, del que no se sabe con seguridad si cumple con los requisitos establecidos en la ley. En cambio, el 72% sí que han realizado las citadas auditorías con empresas especializadas y certificadas para ese cometido.
Es evidente que la ley obliga a realizar una primera auditoría, aunque la posibilidad de no cumplir con la misma siempre existe, a riesgo de posibles sanciones millonarias. Estas son las actitudes que pueden tomar las empresas españolas ante la directiva:
1 No realizar ninguna acción para mejorar la eficiencia energética, arriesgándose a posibles multas por parte de los organismos encargados de hacer cumplir la legislación. Además, se exponen a tener pérdidas de competitividad grandes de cara a los próximos años, ya que la eficiencia energética es también una ventaja muy grande de cara al ahorro en los procesos de las compañías españolas.
2 Realización de auditorías energéticas periódicas: con el cumplimiento básico de la ley, las empresas deberán realizar como mínimo, cada cuatro años, auditorías energéticas que cubran el 85% de lo que consumen en sus instalaciones. Este hecho supone una pérdida de recursos importantes para las compañías, ya que para llevarlas a cabo se necesita tiempo y recursos económicos. En el sector industrial, las auditorías energéticas tienen tres grandes objetivos a cumplir:
- Equilibrar los consumos energéticos reales de la planta a los nominales, para así asegurar un mantenimiento adecuado de las instalaciones de la empresa.
- Disminuir los consumos de energía nominales con tecnologías de nueva creación que sean capaces de potenciar la eficiencia energética.
- Optimizar los diferentes procesos industriales al reducir las necesidades energéticas para llevarlos a cabo.
3 Implantación de un sistema de eficiencia energética: la tercera vía para cumplir con la directiva europea y española es contar con un sistema de eficiencia energética. OASYS, como empresa especializada en infraestructuras Smart, recomienda a sus clientes decantarse por esta tercera opción para abaratar costes a largo plazo y también para disponer de una medición a tiempo real de los KPI’s energéticos más importantes de sus instalaciones. Este tipo de sistemas funcionan mediante la instalación de sensores de medida en los diferentes dispositivos y máquinas de la Compañía que se encargan de transmitir a un software, en tiempo real, todos los datos referentes a la producción y a los consumos.
Existen en la actualidad simuladores de ahorro energético para la Industria que muestran, de forma gratuita, el potencial de ahorro de las Compañías si llevan a cabo medidas de eficiencia energética. Estas iniciativas son valiosas para conocer de manera aproximada el estado en el que se encuentran nuestras instalaciones y los posibles puntos a mejorar de la misma.
Eficiencia energética, ¿una medida positiva para la Industria?
La respuesta a la pregunta de si este tipo de medidas de eficiencia energética, de obligado cumplimiento, son positivas para la Industria es clara: sí. Más allá de la inversión que las compañías deban realizar (mediante auditorías energéticas periódicas o mediante la implantación de un sistema de eficiencia energética), esta medida les supondrá un importante ahorro económico a medio o largo plazo que se verá traducido en un aumento de la competitividad.
Igualmente, es importante hacer una clara distinción entre eficiencia energética y uso de energías renovables. Por norma general, ambas se confunden y se tiende a pensar que la utilización de energías renovables significa también mejorar el ahorro energético. No siempre es así, ya que la utilización de las energías renovables sólo reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera, y no necesariamente implican un ahorro energético importante.
En definitiva, las compañías deben decidir cuál de las tres opciones posibles escogen de cara a 2020, año en que la UE espera cumplir el objetivo de la reducción del 20% del gasto energético de la Industria. En Oasys somos especialistas en gestión energética para la Industria y podemos ayudar a tu compañía a reducir drásticamente el consumo energético de las instalaciones.
Si quieres saber más sobre este tema y cómo puede afectar a tu empresa, te presento esta guía sobre eficiencia energética enmarcada en el Horizonte 2020. Descárgatela clicando en el siguiente banner: