
05 Jul Sistemas embebidos y su aportación a la industria
Los sistemas embebidos o empotrados son herramientas de computación utilizadas para ejecutar tareas de control. En este sentido, cada sistema embebido se encarga de llevar a cabo una o varias funciones dedicadas. De este modo, esta tecnología tiene la finalidad de cubrir necesidades concretas.
En los sistemas embebidos, casi todos los componentes están integrados en la placa base. Así, se reduce el tamaño de la solución tecnológica, dándole utilidades tan variopintas como la de controlar máquinas expendedoras u otorgar conexión a Internet.
En Oasys creamos soluciones de automatización y control industrial con sistemas embebidos.
Estas herramientas trabajan de forma autónoma y se caracterizan por funcionar de forma ininterrumpida y sin necesidad de mantenimiento. Además, se pueden modificar en gran medida en función de las necesidades de uso. Teniendo esto en cuenta, cabe esperar que su número de aplicaciones sea elevado. En consecuencia, uno de los sectores que más se beneficia de los sistemas embebidos es el industrial.
Beneficios de los sistemas embebidos en el sector industrial
Los sistemas embebidos se aplican en varios ámbitos profesionales. Entre ellos, encontramos el de la automoción, la salud, la electrónica de consumo, el militar y de defensa, las telecomunicaciones y, por supuesto, la industria. Este último sector es el que más se aprovecha de esta tecnología. Por ello, hablamos de algunos beneficios de estos sistemas en el entorno industrial.
- Control total. Estos sistemas permiten una personalización casi completa. Los programadores pueden utilizar su propio código para modificar la interfaz del sistema, su funcionalidad e incluso las tareas que desempeña cada pin del microprocesador. De este modo pueden adaptarse a cualquier entorno.
- Conectividad y adaptabilidad. De ser necesario, estos periféricos pueden conectarse a un ordenador para extraer datos o modificar parte de su código. Además, el acomplamiento de sistemas embebidos a otros dispositivos es extremadamente sencillo. Esto puede ser útil para monitorizar el funcionamiento de las herramientas industriales automatizadas.
- Reducción de costes. Estos dispositivos están formados por módulos electrónicos, dejando de lado los PLC o controladores lógicos programables. Al evitar esta tecnología, se abarata su coste. Además, se facilita el mantenimiento, puesto que es muy sencillo sustituir sus componentes. Esto último es esencial en el sector industrial, que requiere de sistemas robustos de larga duración.
- Diseño modular. Los dispositivos incrustados son fácilmente trasladables y, además, se desmontan y reorganizan con facilidad. Esto permite integrarlos en cualquier lugar y en cualquier otro sistema electrónico.
- Corto tiempo de respuesta. Estos sistemas embebidos suelen funcionar en tiempo real. Deben ejecutar acciones en espacios de tiempo inmediatos, por lo que su tiempo de respuesta es extremadamente corto. En el caso de los productos industriales, debe garantizar, por ejemplo, la inmediatez de respuesta en radares y maquinaria automatizada.
- Accesibilidad. Actualmente, los sistemas embebidos más simples se han democratizado y cualquiera puede trabajar con ellos. Algunas herramientas de este tipo como Arduino o Raspberry Pi permiten crear sistemas de control lumínicos, sensores de apertura automática de puertas o incluso videoconsolas. Todo ello fácilmente y a costes extremadamente bajos.
Vulnerabilidades en los sistemas embebidos
Aunque conlleva una serie de ventajas, esta tecnología puede ser vulnerable. Los sistemas embebidos están ideados para blindar la seguridad física, con capacidades de reinicio y prevención de errores, pero la ciberseguridad puede verse comprometida.
- Cifrado débil. La tecnología en criptografía utilizada para los sistemas embebidos es débil. Así, las herramientas más sencillas de este tipo se basan en estándares poco seguros. Esto implica que los datos compartidos entre dos dispositivos distintos pueden ser fácilmente interceptados y descifrados.
- Falta de certificados. La mayoría de estos servicios utilizan certificados que no gozan del soporte de grandes entidades del sector. Los atacantes pueden falsificarlos para engañar al usuario.
- Backdoors. Las puertas traseras de los sistemas embebidos permiten a los fabricantes acceder a los mismos independientemente de las modificaciones que el cliente haya realizado. Si un atacante consigue acceder a estas backdoors, podría tomar el control del dispositivo.
- Puertos de entrada y salida. Los puertos utilizados para las comunicaciones con el exterior no suelen deshabilitarse. Por ello, si existen puertos sobrantes, pueden utilizarse para violar la seguridad del sistema, entrar al dispositivo e intentar controlarlo.
- Código libre o reutilizado. A menudo, los sistemas embebidos dan uso de código ya utilizado para otros procesos. Se dan casos en los que el código puede incluso ser libre. Sin embargo, no suele revisarse.
- Ataques DOS/DDOS. Los ataques de denegación de servicios están a la orden del día. Los sistemas embebidos no suelen tener controles de tramas de red, por lo que es posible que una petición repetida de información pueda bloquear los canales comunicativos.
Las ventajas que aportan estos sistemas al mundo industrial son numerosas, pero ponen en riesgo su seguridad. Aunque múltiples servicios tecnológicos del sector ya utilizan estos sistemas, prácticamente obligan a blindar la ciberseguridad industrial.